El esquema compositivo consiste en un campo rectangular enmarcado por tres orlas que, de exterior a interior, son las siguientes: la primera, más ancha, de cuadripétalas formadas por círculos secantes con los espacios que quedan entre ellas ocupados por cuadrados de lados curvos. La segunda es de doble greca o meandro de codos y la tercera, de trenza ancha de dos cabos. El campo interior se rellena con meandro de esvásticas de trenzado estrecho, que dejan entre ellas dos rectángulos en la parte inferior, en el de la izquierda hay un rombo inscrito con nudo de Salomón y en el de la derecha, otro rombo con formas curvas a modo de peltas que delimitan los ángulos agudos. Hay un escudo central delimitado por trenza y dividido a su vez en dos rectángulos superpuestos, en el superior, dos círculos con cuatro lóbulos salientes que contienen otros círculos inscritos y un pequeño cuadrado en punta en el centro. En el rectángulo inferior encontramos un rombo con dos grandes peltas adosadas en los ángulos agudos. Análisis y relaciones. El meandro de esvásticas es un motivo que ya hemos visto en la habitación número 1, a cuyo estudio nos remitimos. Este tipo de esvásticas formadas por trenzas u otros elementos decorativos tienen su origen en Italia, en mosaicos muy antiguos (STERN, 1965 ). A partir del siglo II encontramos ejemplos en la Galia, constituyendo uno de los motivos típicos de la escuela del Ródano, centrada alrededor de Lyon (STERN, 1965 ). El tema se mantendrá en Italia del N. mucho tiempo, hasta finales del siglo V o principios del VI d.C y también en otras partes del Imperio como lo demuestran algunos de Antioquía de mediados del siglo IV (LEVI, 1971 ). También muy tardíos los del Península Ibérica entre los que hemos de citar los tantas veces mencionados mosaicos de Soria: Los Quintanares y Cuevas de Soria y en la provincia de Burgos en la villa de Baños de Valdearados (ARGENTE, 1979 ). La orla de cuadripétalas en oposición de colores formada por círculos tangentes y secantes que dejan entrever cuadrados cóncavos en punta, es un motivo, si cabe, de mayor difusión y empleo que el anterior. Es un tema de muy larga vida que pervive en Italia en los siglos V y VI y en la Península Ibérica hasta el período visigodo (como ornamento de canceles y pilastras) y hasta bien avanzada le Edad Media. Se emplea con mayor frecuencia para orlas y umbrales pero también puede encontrarse como relleno de campos completos o grandes zonas de pavimento, como en las villas sorianas de Santervás del Burgo, Los Quintanares, o en la navarra de Liédena. En Hispania es muy abundante y , además de los ejemplos citados, hay que mencionar otros en Mérida, Cuevas de Soria e Itálica. A partir del siglo III es característico dibujar los cuadrifolios en silueta y rellenar de color los interiores. En los mosaicos hispanos este tema perdurará hasta el siglo V.
35 y 36. Aspectos parciales. Rectángulos de la parte inferior En cuanto a los temas de los rectángulos, el nudo de Salomón de la parte inferior izquierda es un tema tan frecuente que citar paralelos sería interminable. El dibujo del rectángulo de la derecha es un tema extraño para el que prácticamente no se han encontrado paralelos, lo mismo que para los círculos lobulados del rectángulo central superior. El rombo con peltas del rectángulo central inferior es muy frecuente pero con las peltas en los ángulos agudos y no en los obtusos como aquí. Como en otros casos encontramos ejemplos en las villas de Cuevas de Soria y de Liédena antes citadas.
El cuadro central contendría, a juzgar por los escasos restos conservados, una composición de cruces y octógonos similar a la del mosaico de la habitación nº 5, rodeada de una orla de cuatro cuadrados y un rectángulo central por cada lado. En los cuadrados se inscriben cuadrados de lados curvos, nudos de entrelazo y cuadripétalas.
Los triángulos dentados, procedentes de la decoración textil y arquitectónica, son poco frecuentes. En Hispania los hay en Mérida, en el mosaico del rapto de Europa del siglo II, o en otro del siglo III con triángulos rojos (BLANCO,1978 ). Los ejemplos más tardíos se dan en Los Quintanares ( BLÁZQUEZ,1983 ).
Análisis y relaciones. Esta composición es antigua. Se extiende por el Imperio a partir de la segunda mitad del siglo II y pervive hasta fechas muy avanzadas. En general, predominan los que tienen el interior de las figuras decorado con motivos muy diversos: nudos de Salomón, cintas, entrelazos, temas florales etc.
Tuvo bastante
éxito en la Galia y encontramos paralelos en Hispania, la mayoría del
siglo IV o posteriores como los de Talavera de la Reina o las Tamujas, de
Malpica de Tajo (Toledo) (BLÁZQUEZ,
1983 ) y
otro, en la tantas veces citada de
Las peltas son un motivo bien conocido. Aparecen por primera vez en mosaicos de Pompeya del siglo I a. de C. Al principio se usaban sólo para decorar orlas y umbrales y después pasarán a constituir composiciones más amplias, combinándose entre sí y con otras figuras (en aspa , en rueda etc.). Aunque con cierta decadencia, su uso se constata hasta el siglo V. Paralelos de esta época encontramos en Los Quintanares y Cuevas de Soria antes mencionados. 40. Detalle
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